La calidad visual que identifica al Art Nouveau es una línea orgánica en forma de planta. Liberada de raíces y gravedad, puede ondular con energía cambiante o fluir con gracia elegante a medida que define, modula y decora un cierto espacio. Las ramas de las enredaderas, las flores (como las rosas y lirios), las aves (particularmente pavos reales) y la forma de la mujer fueron motivos frecuentes desde los cuales fue adaptada esta línea fluida.
Ideas, procesos y formas en el arte del siglo XX son testimonio de esta importancia catalítica. La arquitectura moderna, el diseño gráfico e industrial, el surrealismo y el arte abstracto tienen sus raíces en la teoría y conceptos fundamentales del Art Nouveau. En los inicios del diseño tridimensional con frecuencia los ornamentos fueron sólo elementos decorativos aplicados a la superficie de un edificio u objeto, pero en el Art Nouveau los objetos, las formas básicas y contornos fueron formados por, y evolucionaron con, el diseño de los ornamentos.
Éste fue un nuevo principio de diseño que unificó a la decoración, estructura y función proyectada. Como las formas y líneas del Art Nouveau a menudo fueron inventadas en vez de copiadas de la naturaleza o del pasado, ocurrió una revitalización en el proceso de diseño que apuntó hacia el arte abstracto.
El movimiento francés simbolista en la literatura de las décadas de 1880 y 1890, con su rechazo del realismo a favor de lo metafísico y sensual, fue una influencia importante y condujo a los artistas hacia actitudes simbólicas y filosóficas. En una era de escepticismo con un racionalismo científico en aumento y creencias religiosas tradicionales y normas sociales bajo asalto, el arte era visto como un vehículo potencial para un muy necesario rejuvenecimiento. El nacimiento, vida y muerte; crecimiento y decaimiento se convirtieron en temas a considerar. La complejidad de esta época y su movimiento han permitido interpretaciones contradictorias: debido a su decoración algunos observadores consideran al Art Nouveau como una expresión de la decadencia del siglo XIX; otros, sin embargo, debido a la búsqueda del Art Nouveau de valores estéticos y espirituales, lo consideran como una reacción contra la decadencia y materialismo de la época.
Las numerosas fuentes a menudo citadas para el Art Nouveau son difusas y de amplia variación. Ellas incluyen el libro de ilustraciones de William Blake, ornamentos célticos, el estilo Rococó, el Movirniento de las Artes y los Oficios, la pintura anterior a Rafael (pre-rafaelismo), el diseño decorativo japonés y las impresiones en bloques de madera del ukiyo-e. Una importante inspiración también llegó de la pintura de la década de 1880, la cual había sucumbido al hechizo asiático. Las formas ondeantes de Vincent van Gogh (1853-1890), el contorno orgánico estilizado y de colores pasteles de Paul Gauguin (1848-1903) y el trabajo del grupo Nabis de jóvenes artistas desempeñaron un papel importante.
El grupo Nabis exploró el color simbólico y los modelos decorativos, y concluyó que una pintura era, en primer lugar, un arreglo de color en patrones de dos dimensiones.
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